maquinas colágeno& estética

LA HISTORIA DE LAS MAQUINAS DE COLÁGENO:

En el año 2007, los especialistas en tubos rayos UVA, conjuntamente con la marca New-Technology, desarrollaron el primer tubo de colágeno (sin radiación UVA).

Un año después, las fabricantes de las maquinas rayos UVA encontraban nuevas posibilidades como entrar en nuevos sectores fuera de su sector de bronceado, empezando a fabricar las primeras maquinas de colágeno. Hoy hay varias maquinas de colágeno en el mercado de bronceado. Las marcas Skin Care, KBL-Mega Sun y Ergoline ya ofrecen maquinas de colágeno, también en combinación con tubos rayos UVA y tubos de vitamina D.

COLÁGENO - NUESTRA PIEL:

A partir de los 30 años, la piel deja de producir colágeno paulatinamente , por lo que pierde humedad y tensión, dando inicio al proceso de envejecimiento.

Y es que la piel es una capa flexible y protectora que mantiene el cuerpo hidratado y protege los tejidos, gracias a tres capas que son las que determinan nuestra apariencia estética.

El tejido conjuntivo es la red de nuestro cuerpo. Está formado por células y por la matriz extracelular (MEC). Ésta se compone, en gran parte, de colágenos (proteínas estructurales), las fibras que dan forma y elasticidad, proteínas no colágenas, por la sustancia fundamental amorfa y agua. Entrelazado como una red, el tejido conjuntivo sirve de envoltorio y protección tanto entre células, órganos y sus partes, como en la piel, los huesos, las paredes de los vasos, los cartígalos, tendones y ligamentos.

El tejido conjuntivo tiene una significación elemental para el organismo y sirve de:

El colágeno, como componente más importante del tejido conjuntivo, está formado por fibras trenzadas como cuerdas.

Estas fibras tienen una longitud y un grosor nanométricos y conforman redes tridimensionales. El colágeno tipo I, el más abundante en el organismo, es el más importante y se encuentra en la dermis, los vasos, los ligamentos, tendones y huesos. El tipo de colágeno más asociado al tipo I es el colágeno tipo III, que también se encuentra en la dermis y en los órganos. Un déficit de colágeno se muestra, entre otros, en el envejecimiento acelerado de la piel, en la debilidad de músculos, ligamentos y tendones, en un riesgo elevado de padecer osteoporosis y en la flojeza general del tejido conjuntivo.

El tejido conjuntivo se va haciendo más flácido con la edad, lo que se muestra exteriormente con las líneas y arrugas en la piel, sobre todo en el rostro y en la zona del escote. La reducción de las fibras colágenas y elásticas en la dermis conlleva la pérdida de elasticidad de la piel.
Por una parte, esto se debe al proceso de envejecimiento normal y está preprogramado genéticamente, pero, por otra, las influencias del entorno también desempeñan un papel importante.

Determinadas células de la piel se pueden estimular para producir colágeno, elastina y encimas especiales necesarias para mejorar la estructura de la piel. Este proceso que tiene lugar en las paredes de los vasos sanguíneos actúa tensando la piel, estimulando la absorción de oxígeno, así como su desintoxicación. Además, mejora la absorción de humedad y la capacidad de almacenarla en la piel, aumentando notablemente la regeneración y la formación de piel más sana. Estos procesos y el refuerzo de la red colágena se fomenta con
ondas luminosas de 610-650 nm (Nanometros).